Notimex.- El connotado compositor y pianista británico Benjamín Britten (1913-1976), a quien se recuerda a 36 años de su muerte que se cumplen este 4 de diciembre, dejó un amplio legado, ejemplo de ello es su obra “Ceremonia de Villancicos” que será interpretada por el Grupo Vocal Tárraco en su concierto navideño.
Bajo la dirección de la concertista Virginia Piria, en esta presentación, a realizarse mañana en la Sala Verdi, de Montevideo, Uruguay, el público podrá disfrutar la interpretación de esta pieza que Britten creó en 1942 para coro y arpa, así como de “Messe Basse”, de Gabriel Fauré, de acuerdo con información de la prensa local.
Benjamín Britten vino al mundo el 22 de noviembre de 1913 en Lowestoft, Reino Unido. Desde pequeño se mostró interesado por la música, razón por la que a temprana edad comenzó a estudiar bajo la tutela del compositor Frank Bridge (1879-1941).
En 1930, a los 17 años el joven talento ingresó al Conservatorio Real de Música y cuatro más tarde, luego de decidir estudiar con el compositor austriaco Johannes Berg (1885-1935), abandonó su formación, ya que su familia se opuso a su profesión.
Al año siguiente comenzó a trabajar para la Unidad de Películas, donde conoció al poeta Wystan Hugh Auden, con quien trabajó obras para conciertos, no obstante no fue del agrado de la crítica la colaboración del también ensayista, según la biografía del compositor publicada en el portal “pianored.com”.
Al poco tiempo, Britten desarrolló una técnica rápida, que le dio a su música una definición personal que se puede apreciar en los trabajos que creó en esta época, tales como: “Variaciones Bridge para cuerdas” (1937), “Concierto para Piano” (1938), “Concierto para Violín” (1939) y “Las Iluminaciones” (1939), entre otras.
En 1941 estrenó la “Sinfonía de réquiem”, que le valió la invitación del director de orquesta Serge Koussevitzky para crear una ópera, “Peter Grimes”, la cual marcó su carrera como un exitoso compositor, que de acuerdo con los especialistas sentó las bases de lo que sería la nueva ópera británica.
De acuerdo con el portal “biografiasyvidas.com” en los siguientes años continuó realizando óperas, que fueron escritas para compañías pequeñas establecidas en Inglaterra, para las que creó “La violación de Lucrecia” (1946), “Albert Herring” (1947); una versión del “Mendigo de la Ópera” (1948) y “La Pequeña Curva” (1949), entre otras.
A estas obras le siguieron: “Billy Budd” (1951), “Gloriana” (1953), “Girando el Tonillo” (1954), “Un sueño en una noche de verano” (1960), “Owen Wingrave” (1971) y “Muerte en Venecia” (1973).
Para el compositor ruso Mstislav Rostropóvich escribió la “Sinfonía para chelo” (1963) una sonata y tres suites para solo de piano, y también creó “Resistente ciclo palabras de Invierno” (1961) y una parte del “War Réquiem” (1961).
En 1965 fue elegido para la Orden de Mérito y en 1976 le fue concedido un título de nobleza, el cual no ostentó por mucho tiempo ya que ese mismo año, el 4 de diciembre, el celebre compositor murió a los 62 años de edad.
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