Peregrinan cinco mil feligreses de Hidalgo a la Basílica

Notimex.- Pachuca. Como parte de una magna procesión organizada por la Arquidiócesis de Tulancingo, alrededor de cinco mil hidalguenses de las regiones centro, sur, la Sierra y la Huasteca del estado peregrinaron la víspera hacia la Basílica de Guadalupe.
El presbítero Juan Aguilar Vázquez, moderador de la curia, informó que estos fieles forman parte de 80 de las 97 parroquias que integran la Arquidiócesis de Tulancingo. Algunos de ellos comenzaron a peregrinar hacia el Distrito Federal desde noviembre.

“Unas empiezan a peregrinar desde los últimos días de noviembre, pero la mayoría tiene que congregarse para tener la peregrinación diocesana a la Basílica”, explicó.

El religioso destacó que en los últimos años el número de fieles que peregrinan a la Basílica de Guadalupe continúa en aumento.

“Hace ya tiempo que la diócesis puso un lugar en la visita al santuario nacional de nuestra señora de Guadalupe, poco a poco las parroquias se van sumando para hacer una peregrinación a pie”, subrayó.

Comentó que si bien hay muchas personas que van directamente a la Basílica en autobús o en otro medio de transporte, “el número de los que van a pie va creciendo”.

En esta magna peregrinación de la Arquidiócesis de Tulancingo. los fieles de las iglesias visitan 14 parroquias de Puebla y tres de Veracruz debido a que pertenecen a la misma Arquidiócesis.

Aguilar Vázquez recordó que en la pasada peregrinación asistieron 62 sacerdotes de diferentes regiones y el arzobispo de Tulancingo, monseñor Domingo Díaz, además de los feligreses, quienes llenaron el recinto al pie del cerro del Tepeyac.

“Las personas tienen la conciencia del amor a la Virgen de Guadalupe, las peregrinaciones no tienen sentido expiatorio. Comúnmente las hacen con la intención de ofrecer su caminar y su sacrificio para alcanzar la gracia de Dios o simplemente para que la Virgen María interceda por ellos en sus necesidades”, agregó.

Este 12 de diciembre, los fieles católicos conmemoran la aparición de la Virgen María al indígena Juan Diego Cuauhtlatoatzin, el 9 de diciembre de 1531.