Que no te tomen el pelo. Al contrario de lo que solemos pensar, cortarse con frecuencia el cabello no lo hace crecer con más fuerza ni más espeso. Desde 1928, varios ensayos clínicos han demostrado que afeitarse el vello no afecta a su crecimiento. Según los dermatólogos, lo único que sucede es que como la raíz del pelo es más oscura y más fuerte, al eliminar las puntas, por ejemplo tras un afeitado, nos da la falsa sensación de que es más grueso.
Tampoco tienen razón quienes advierten que al arrancarnos una cana nos saldrán siete nuevas. Lo que sí es cierto es que las situaciones de intenso estrés y las “penas” hacen que aumente la cantidad de pelo blanco o gris, según corroboran diversos estudios científicos.
Por otro lado, ni el cabello ni las uñas crecen después de muertos. Según los dermatólogos, esta falsa creencia se explica porque la deshidratación del cuerpo de un difunto puede hacer que se retraiga la piel, creando la ilusión óptica de que tejidos como el pelo o las uñas aumentan de tamaño.
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