Organizaciones indígenas piden no satanizar a policías comunitarias

Notimex.- Organizaciones y líderes indígenas enviaron un documento al Senado en el que explican que el fenómeno de las policías comunitarias son resultado de más de una década de abandono de las políticas públicas sobre empleo, educación y seguridad, por lo que pidieron no satanizar ni catalogarlas al margen de la ley debido a que son parte de los usos y costumbres.

En un análisis enviado a la Cámara de Senadores destacan que en todo caso las policías o guardias comunitarias tienen más razón de existir que los grupos de policías privados y grupos de seguridad que resguardan zonas residenciales, industriales y urbanas, que operan armamento y vehículos en muchas ocasiones al margen de la ley.

En el documento “Policías comunitarias y grupos de seguridad privada” se indica que el surgimiento de estos grupos en zonas indígenas, especialmente en las áreas rurales de Guerrero, Michoacán y Oaxaca, son la respuesta a los altos niveles de inseguridad e impunidad que impera en diversas regiones del país.

El fundador del Consejo Supremo Hñahñu, en Hidalgo, Roberto Pedraza Martínez, expuso que la autoprotección civil no es un tema nuevo ni es exclusivo de las zonas rurales.

“Hemos visto que desde hace algunos años en las zonas urbanas, debido al crecimiento de la inseguridad como son los robos, asaltos, secuestros, extorsiones, entre otros, la ciudadanía ha buscado de diferentes maneras proteger su patrimonio y su integridad, así como el de su familia a través de rejas, retenes y policías, guardias o guaruras privados”, comentó.

“No es exclusivo de las zonas rurales encontrar el camino cerrado por dos postes y una cadena que sirve para vigilar quién entra y quién sale de la comunidad”, expone.

“También vemos en las zonas más exclusivas de las grandes ciudades que existen calles cerradas, ahora hechas privadas y vigiladas por guardias de seguridad (…) O en su defecto colonias que se protegen entre sí con los llamados vecinos vigilantes, quienes responden ante alguna amenaza o peligro”, recuerda el texto.

A nombre de grupos y organizaciones indígenas de Hidalgo y de otros estados como Guerrero y Michoacán, el documento asevera que las policías municipales se han visto rebasadas por la delincuencia organizada, quienes en ocasiones los han orillado a trabajar para ellos o bien amenazado para que no cumplan su función.

“La respuesta ha sido el surgimiento de los policías comunitarios, que deben ser reconocidos, apoyados, incluidos en un marco legal y no catalogados como delincuentes, cuando lo que han hecho es hacer frente a niveles de impunidad del más de 97 por ciento que existen en el país”, finaliza el análisis.