Festeja Nemian Danza Escénica su XX aniversario en el “Esperanza Iris”

Notimex.- Con el estreno de la coreografía “La caída a la sombra del alba”, obra inspirada en “La casa de Bernarda Alba”, de Federico García Lorca, la compañía Nemian Danza Escénica celebró anoche su XX aniversario en el Teatro de la Ciudad “Esperanza Iris”.

Bajo la dirección de Isabel Beteta, la compañía cautivó al público que se dieron cita en el inmueble de Donceles, en el Centro Histórico de esta ciudad; y es que fueron testigos del virtuosismo de cada uno de los bailarines.

El espectáculo inició con la pieza “La caída”, que dividida en tres escenas dio cuenta metafóricamente de los tres estados del espíritu: Lo terrenal, lo transitorio y el mundo virtual.

La coreografía, que la compañía estrenó en 2011, ofrece, además, una reformulación de símbolos y temas universales planteados en clásicos de la danza, como “El lago de los cisnes”. A partir de ello, presenta una alegoría del ascenso y caída del espíritu humano, a través de técnicas de danza aérea, luz y objeto.

Ante las fuertes ovaciones del público, la agrupación dancística continuó el programa con la pieza “A la sombra del alba”, producida con el apoyo de la convocatoria EPRO Danza del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

Se trata de una coreografía que aborda el tema de lo femenino y los problemas familiares como el amor, los celos y la venganza, cuestiones producidas por el encierro.

En búsqueda de la libertad, las mujeres se confrontar contra quienes se creen superiores a ellas, desencadenando diferentes estados de ánimo.

Es de mencionar que los bailarines (hombres y mujeres) mostraron sobre el entarimado un lenguaje dinámico y dramático, que junto con un vistoso vestuario, diseñado especialmente para la pieza, capturaron la atención de los espectadores, quienes premiaron su actuación con nutridos aplausos.

Nemian Danza Escénica nació en 1993 como un grupo de cámara, a partir de la creación de una obra de danza homónima, que fue producida y estrenada con apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), en 1994.

Su trabajo se ha distinguido por mantener estrechas relaciones de colaboración artística con coreógrafos mexicanos y extranjeros, entre ellos, el canadiense Allen Kaeja, el italiano Andrea Cagnetti, el estadounidense Jean Isaacs, el japones Natsu Nakajima y el mexicano Óscar Ruvalcaba.

El repertorio de la compañía se ha caracterizado por tener una propuesta estética basada en la creación de imágenes poéticas y en el trabajo con objetos diversos y materiales que, con un valor simbólico, enriquecen al movimiento corporal y a la composición.

Entre las obras más significativas que marcan su trayectoria se pueden mencionar: “Corazón de la tierra” (1995), “En manos del destino” (2004), “Deseo” (2005), “La piel del desierto” (2007), “El jardín de las delicias” (2008), “Encuentros” (2010) y “La caída” (2011).