Prensa Latina.- En el paradigmático barrio de Iztapalapa, aquí en la capital mexicana, y en los más apartados rincones de la nación, millones de feligreses rememorarán en este Viernes Santo los momentos más trascendentes de la pasión de Cristo.
Este día, cuando muere Jesús, es parte del Triduo Pascual, la etapa más trascedente de celebración de Semana Santa, que comienza el Jueves Santo (día de celebración de La última Cena) cuando los fieles recuerdan en la liturgia los momentos finales de Jesús en la tierra hasta su resurrección en el primer minuto del Domingo de Pascua.
Ceremonias que adquieren en México no solo originalidad y diversidad con una marcada tradición, sino también resaltan por su elevada masividad, toda vez que el 90 por ciento de la población de este país profesa la religión católica.
En el barrio de Iztapalapa, ubicado en la Ciudad de México, casi dos millones de personas se espera asistan a la escenificación sobre la pasión y muerte de Jesucristo, celebradas en 170 ocasiones.
Por su tradición y elevados valores socioculturales, así como arraigo popular, este evento religioso aspira a ser reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura por constituir también una de las celebraciones de Semana Santa más antiguas de México.
En la escenificación sobre los momentos vividos por Cristo desde su aprehensión hasta su crucifixión, sepultura y resurrección participan este año cuatro mil 650 actores locales, entre ellos 150 principales y cuatro mil 500 extras, informó el presidente del comité organizador de la Semana Santa de Iztapalapa, Gerardo Granados.
Esta celebración por su complejidad comienza a prepararse en el primer mes de cada año.
Más de 10 mil uniformados velan por la tranquilidad ciudadana en estos días en Iztapalapa, donde a la tradicional participación de locales se suman cientos de miles de visitantes y turistas, razón por la que se han dispuesto los más diversos equipos de protección civil y seguridad, junto a médicos y páramédicos.
Historiadores de la ciudad cuentan que aquí surgió la tradición de celebrar la Semana Santa, cuando los pobladores buscaron la ayuda de Dios para que pusiera fin a una epidemia de cólera.
Ello ocurrió hace 170 años y nunca ha dejado de conmemorarse, aunque esa primera vez se denominó El Señor de la Cuevita.
Para muchos, en México como en otras latitudes, la Semana Santa es una de las fechas más importantes de la religión católica, para otros muchos es expresión de vacaciones y de descanso laboral.
Por ello hacia la costa, como Acapulco, está el otro punto de mayor concentración de mexicanos que prefirieron las playas y hacia donde también se concentra el despliegue policial para mayor seguridad de los vacacionistas.
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