Senado aprobó a embajador de México en Canadá y cónsules en EUA

Notimex.- El pleno del Senado de la República aprobó por unanimidad los nombramientos del embajador de México ante Canadá, Francisco Suárez Dávila, así como a seis cónsules en ciudades de Estados Unidos y dos más en territorio canadiense, quienes fueron propuestos por el presidente Enrique Peña Nieto.

De inmediato los diplomáticos rindieron la protesta de ley ante el pleno del Senado, donde se destacó que todos los funcionarios que representarán a México tienen una trayectoria que los avala en el Servicio Exterior Mexicano.

Rindieron protesta Roberto Rodríguez Hernández como cónsul general de México en Phoenix, Arizona; Francisco Javier Díaz de León, como cónsul general de México en Raleigh, Carolina del Norte; José Octavio Tripp Villanueva, como cónsul general de México en Dallas, Texas.

Asimismo Carlos Martín Jiménez Macías, como cónsul general de México en Chicago, Illinois; Sandra Fuentes-Berain Villenave, como cónsul general de México en Nueva York; Carlos Manuel Sada Solana, como cónsul general de México en Los Ángeles, California.

Claudia Franco Hijuelos, como cónsul general de México en Vancouver, Columbia Británica; Francisco Eduardo Del Río López, como cónsul general de México en Montreal, Quebec, Canadá, y Francisco Suárez Dávila, como embajador extraordinario y plenipotenciario de México en Canadá.

La senadora del PRD, Dolores Padierna Luna, valoró las propuestas realizadas por la Secretaría de Relaciones Exteriores en favor de estos diplomáticos, quienes dijo forman parte del Servicio Exterior Mexicano y cuentan con la experiencia y trayectoria que se requiere para dichos cargos.

En tribuna, expuso que los nuevos cónsules de México ante Estados Unidos tienen como reto respaldar y defender los derechos de más de 11 millones de mexicanos que viven en esta nación y respaldar una reforma migratoria en favor de los migrantes.

Señaló que las responsabilidades de estos nuevos funcionarios públicos no son menores y deberán cumplirse, ya que el Estado mexicano no puede permanecer como un simple espectador mudo que no reacciona ante la situación migratoria que viven millones de connacionales.