Notimex.- Al rendir homenaje póstumo a Pedro Ramírez Vázquez (1919-2013), amigos, familiares y autoridades de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) lo recordaron como un genio de la arquitectura, un hombre de gran cultura y un constructor de la historia de México.
En el acto, celebrado en el Auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología (MNA), en esta ciudad, Emilio Chuayffet, titular de la SEP; Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Conaculta, y el arquitecto Javier Ramírez Campuzano, evocaron el vasto legado del arquitecto homenajeado.
Igualmente, reconocieron su incursión en diversos ámbitos del arte, la cultura y el deporte, a través de grandes proyecto que dominaron el horizonte cultural mexicano en la década de los 60 del siglo pasado.
Ante el aforo del auditorio, donde se dieron cita figuras de la comunidad artística y cultural, Rafael Tovar y de Teresa honró la memoria de quien calificó como un mexicano ejemplar y uno de los grandes constructores del México contemporáneo, al tiempo que subrayó la importancia de la obra del creador del Estadio Azteca.
“Ramírez Vázquez encarnó lo mejor del siglo XX. Fue un hombre de profunda cultura, siempre leal a su vocación y capaz de entender todos los lenguajes de la vida social.
“En lo religioso nos legó la nueva Basílica de Guadalupe; en lo cultural, el Museo de Arte Moderno (MAM), el Museo del Caracol, el Centro Cultural Tijuana (Cecut) y el Museo Nacional de Antropología (MNA); en lo político, el Palacio Legislativo de San Lázaro, y en lo deportivo, el Estadio Azteca”, indicó.
Tras hacer un recorrido por algunas de las obras creadas por Ramírez Vázquez, Tovar y de Teresa sostuvo que el legado del arquitecto está íntimamente unido al imaginario de los mexicanos.
Además, el funcionario lo recordó no sólo como arquitecto, sino como hombre de familia, destacando que fue un ser humano que miró su inmensa obra como quien observa algo natural, construcciones hechas a la medida del hombre.
“Lo recordamos junto con su esposa, al lado de sus hijos. Padre solidario que con amorosa maestría podía guiar con una firmeza que indicaba el camino sin que se notara la solidez del gesto”, refirió.
Consideró que, tras su partida, tocará a los académicos y especialistas revisar el legado de Pedro Ramírez Vázquez. “Encontrarán en su propuesta estética, sin duda, una celebración de nuestro pasado prehispánico y una apuesta por el futuro del país que él ayudó a construir”, expresó.
Al respecto, Javier Ramírez Campuzano recordó a su padre como el hombre, el creador y el maestro que siempre transmitió conocimiento para nutrir la creatividad, y que exigió a sus alumnos sentido de responsabilidad.
Expuso que como constructor de museo, supo visualizarlos para enfocarlos no sólo como un lugar de exposición, sino como recintos para complementar la educación extraescolar, y al mismo tiempo expresar con dignidad y respeto aquello que se exhibe, dejando constancia en museos y pabellones de África, América y Europa.
Señaló que Ramírez Vázquez fue una figura universal y no un arquitecto internacional, “razón por la cual, gobiernos, organismos e instituciones de todo el mundo lo condecoraron, reconocieron, distinguieron y aplaudieron su gran sencillez. Pero su principal legado fue haber dejado una familia unida”, enfatizó.
En su oportunidad, Emilio Chuayffet recordó a Ramírez Vázquez como un referente del urbanismo y de la arquitectura en México durante el siglo XX, “una de las figuras emblemáticas de un tiempo de transformación en el país”.
“Cualquiera que busque entender la historia de la arquitectura y el urbanismo de México del siglo XX podría comenzar con sólo mencionar su nombre, ya que la figura de Pedro Ramírez Vázquez, como constructor de la historia de nuestro país, está vigente desde hace más de medio siglo”, subrayó el titular de la SEP.
Se refirió a Ramírez Vázquez como el arquitecto, urbanista, diseñador, escultor, funcionario público, maestro y administrador educativo que es parte esencial de la transformación del México del siglo XX.
Destacó que su talento lo hizo exportador de la imagen de un país, haciendo de un edificio un logotipo, y refirió que su arquitectura simboliza las formas más arcaicas de la arquitectura, al tiempo que exalta la condición de México como el primer país latinoamericano que se hizo moderno.
Tras el homenaje, en el vestíbulo del MNA se inauguró una exposición fotográfica con imágenes del archivo Ramírez Vázquez.
Al evento se dieron cita, también, José Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), el empresario Nelson Vargas, ex titular del deporte nacional, y el nuncio apostólico de México, Christophe Pierre, así como arqueólogos y dirigentes sindicales.
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