Hoy en día, la naturalización de jugadores en el país donde juegan actualmente es ya muy habitual, selecciones como Alemania, Italia, Argentina, Polonia y demás tienen elementos con mucho peso dentro de su cuadro titular. Por mencionar nombres, Miroslav Klose, Mauro Camoranesi, Lucas Podolski, entre otros.
En la selección mexicana de futbol ya hemos tenido jugadores naturalizados que han pasado desapercibidos en momentos importantes, como en mundiales, Guillermo Franco, Leandro Augusto, Gabriel Caballero, son los casos más resonantes, a excepción de “Sinha” que destacó en Copa Confederaciones Alemania 2006, Copa del Mundo en el mismo año y Eliminatorias mundialistas.
La cuestión es que muchos de los equipos en primera división, específicamente, Puebla iniciaría con 6 jugadores naturalizados, entre ellos Alfredo Moreno, Michael Orozco, etc. No es mal visto por la afición, porque es muestra de cada jugador, por amor o cariño al país donde juega con su club, pero hay que decir que hay muchos intereses de por medio.
Por una parte, la naturalización de jugadores afectaría a elementos jóvenes en su proceso de debut, es decir, lo retardaría, además cada club podría contratar más elementos del extranjero para reforzarse con más empuje. Asimismo, estos jugadores pueden ser utilizados en la selección mexicana de futbol, peor ahorita de “cómo andan las aguas”. Algunos nombres sonados son el caso de Emmanuel “Tito” Villa, Christian Giménez, Lucas Lobos, tres hombres que pueden llegar a la “grande” sin ningún problema, usted… ¿qué piensa?
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