Notimex.- San Cristóbal de las Casas. El empresario Antonio Hernanz Burguete reportó una disminución en la venta de artesanía textil chiapaneca ante la invasión de prendas traídas de otros países y estados de la República Mexicana.
Por ese motivo, Hernanz Burguete, dedicado a la fabricación y venta de prendas originales de calidad de exportación, dijo que urge la regulación de ese mercado.
“San Cristóbal está invadido por la venta de ropa de Guatemala y China, que es de pésima calidad, pero muy barata”, lamentó el empresario, heredero de la primara fábrica de artesanía chiapaneca, llamada “La Segoviana”, fundada por el español Joaquín Hernanz Humbrías, oriundo de Segovia, España.
Hernanz Burguete continúa con la tradición de su padre, pero le ha tocado vivir esta crisis originada por la entrada irregular de ropa de otras naciones y también por la invasión de prendas confeccionadas en otras entidades del país, como Tlaxcala y el Estado de México.
Se trata, expuso, de “ropa que los indígenas venden en todos los centros turísticos y es maquilada y de mala calidad”.
Ese tipo de ropa tiene demanda porque es económica, pero también los indígenas, donde estén, siempre usan su vestimenta tradicional y por eso los paseantes piensan que es artesanía tradicional, refirió.
“Esto ha provocado que la venta de artesanía chiapaneca esté a la baja y es necesario que busquemos otras opciones y otros mercados”, planteó.
Recordó que la artesanía chiapaneca tiene el aval de la “Marca Chiapas”, un organismo certificador que el estado creó para respaldar a empresarios dedicados a la manufactura y comercialización de artesanía original y de calidad.
“Esto nos permite dar un precio real y benéfico para nosotros y los artesanos, algunos consideran cara la artesanía original, pero es garantía que está confeccionada a mano y con materiales originales”, sostuvo.
El empresario refirió que aún conserva los talleres en los que su padre confeccionaba desde un tapete de mesa hasta una sábana matrimonial con motivos mayas.
“Son telares de madera que funcionan con pedales y permiten tejer pieza por pieza con motivos folklóricos que el mismo cliente puede solicitar”, detalló, y consideró que esas condiciones de confección “le dan a la prenda una plusvalía importante, ya que se trata de una pieza única y de mucha calidad”.
También, agregó, hay empresarios dedicados a comprar con los indígenas la artesanía que aún confeccionan con telares de cintura y bordan a mano y sólo le dan un acabado fino a la ropa para venderla en tiendas especializadas, en el país o en el extranjero.
“Generalmente este tipo de artesanía, la consumen clientes con recursos elevados, porque tiene un valor importante”, lo cual se debe a que hay piezas que a los indígenas les lleva hasta un mes confeccionarlas, añadió.
Hernanz Burguete admitió que la “Marca Chiapas” les permite obtener pagos justos por la artesanía original, lo que los lleva a la idea de crecer, pues “por una parte ofrecemos fuentes de empleo y por otra también progresamos y satisfacemos la demanda de la artesanía auténtica”.
Refirió que en esta ciudad tiene un expendio de la ropa que confecciona en su taller, misma que llama la atención a turistas nacionales y extranjeros con acceso a los costos con que se ofrecen las piezas.
Sin embargo, resaltó, su principal nicho de mercado son las exposiciones nacionales y el comercio formal que se establece con los sistemas del mercado formal.
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