Por: Miguel Ángel Romero
No hay plazo que no se cumpla y ni fecha que no se llegue, y ayer se cumplió uno de los encuentros más esperados en el mundo del pancracio poblano, la batalla mascara contra mascara entre Stigma y Espíritu Maligno.
Ambos luchadores poblanos mostraron sus cualidades en el ring y en el marco de los festejos del 60 aniversario de la arena Puebla, usaron todas sus habilidades para poder despojar de su máscara a su adversario, ante un recinto que lució completamente lleno.
No hubo tiempo de presentación, acabando de salir, ambos gladiadores al ring, empezaron su enfrentamiento, que inesperadamente y ante el asombro de los asistentes Espíritu Maligno se lanzó en un tope contra Stigma quien lo esperaba ya abajo del ring, a apenas unos cuantos segundos de haber iniciado la batalla.
Con una pelea férrea, Espíritu Maligno se llevó la primera caída aplicándole la mecedora invertida, con la que castiga a los brazos y piernas de su contrincante, conquistando la primera de esta lucha.
Para la segunda caída le tocó a Stigma reaccionar y, aprovechando, éste trato de arrancarle la máscara a su contrincante, por lo mismo trató de aplicarle espaldas planas sin conseguir nada, en un descuido mientras éste le reclamaba al referee por su lento conteo de los tres segundos. Espíritu se avivó y le cometió un faul a Stigma para con eso conseguir un supuesto triunfo, pues no se percató de la descalificación del referee a Espíritu dándole la caída a Stigma.
Para la tercera caída la arena Puebla se unió en un solo nombre ¡Espíritu, Espíritu, Espíritu!, mas eso no fue suficiente y en el ring las cosas cada vez se ponían más difíciles, ambos mostraron sus llaves y contra llaves, aplicaban espaldas planas y no se llegaba al tan esperado tercer segundo. La euforia de la gente estaba desbordada, ambos gladiadores reclamaban el conteo tan lento, y eso aderezó el tan esperado final, que culminaría con el rostro descubierto de uno de ellos.
El momento esperado llegó, después de tantos esfuerzos frustrados, Stigma logró poner espaldas planas a Espíritu y llegó el tercer segundo en la lona que hizo la victoria realidad para Stigma.
Fueron 23 años de manera profesional para Alejandro Pérez Pérez, quien cuenta con 36 años de edad y era mejor conocido en el mundo luchístico como Espíritu Maligno.
Hoy comienza una nueva etapa para este luchador, quien es un ídolo para la afición poblana. Hoy volverá a recorrer otros caminos, ahora con nombre y rostro, aquel quien dio muchas alegrías y emociones al público amante de la lucha poblana.
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