Notimex.- La exploración profunda de la vida, las sensaciones y las relaciones, especialmente físicas, de los seres humanos, caracterizó a la novelista francesa Sidonie Gabrielle Claudine Colette, quien falleció el 3 de agosto de 1954.
La escritora nació el 28 de enero de 1873 en Saint Sauveur en Puisaye, Borgonña, y es conocida por escribir la serie de relatos semi autobiográficos “Claudine”, que creó incitada por su marido, quien buscó aprovecharse de su talento para beneficiarse.
La saga se compone de las novelas “Claudina en la escuela” (1900), “Claudina à Paris” (1901), “Claudina en su casa” (1902) y “Claudina desaparece”, que publicó como “Willy”, seudónimo de su marido Henri Gauthier Villar, con quien se casó a los 20 años, aseguran sus biógrafos.
Claudine se divorció en 1906, tras 13 años de desdicha doméstica, y comenzó una vida que rayó en los excesos y el escándalo.
De acuerdo con su perfil publicado en el portal de Internet “biografiasyvidas.com”, el frenesí que llegó a su vida la llevó a mantener relaciones con la hija de un duque y con Auguste Hériot.
No obstante, su fama no se vio dañada y publicó, por ese entonces, “La vagabunda” y “Renée”. Además de dedicarse a la escritura, dictó conferencias y actuó en diversas obras de teatro.
En 1912 se casó con el periodista y político francés Henry de Jouvenel, de quien tuvo una hija. Un año después publicó “El obstáculo”, otra de sus obras que ayudaron a incrementar su valía como escritora.
Tiempo después escribió sus novelas más conocidos: “El fin de Querido”, “El otro”, “El obstáculo”, “Chéri”, “El trigo verde”, “Al rayar el día”, “La casa de Claudina” y “Sido”.
En la década de 1920 sus obras fueron reconocidas por famosos literatos como Marcel Proust (1871-1922), André Gide (1869-1951) y Paul Claudel (1868-1955).
Su obra más famosa, “Gigi”, fue adaptada al teatro. En 1953 fue ascendida a gran oficial en la Legión de Honor, grado que sólo otra mujer había logrado antes que ella.
A decir de la crítica especializada, su saga “Claudine” es una lectura apta para jovencitas. No obstante, hay quien la concibe como un catálogo plagado de perversiones.
En París se disparó la fiebre claudinesca, las mujeres imitaron el estilo de la protagonista, se cortaban el pelo y se vestían de uniforme.
Considerada una literata de la “Belle Époque”, Claudine Colette falleció el 3 de agosto de 1954 en París, Francia.
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