“…Esa es la idea más pendeja que he escuchado en toda mi vida”
Para comenzar, quiero compartirles que, por diferentes razones no me fue posible asistir a ver “Heli”, cinta de la cual pensaba hablar. Ojalá asistan, para que la única cadena que “le apostó” en Puebla a exhibirla (en una sola sala), no la quite de cartelera.
En contraparte, quiero darles gusto, y hablaré de la cinta mexicana, que según resultados de taquilla ha sido la más vista en pantalla grande; me refiero a “Nosotros los nobles”.
Por verdadero interés o placer culposo, la opera prima de Gary Alazraki alcanzó los número más sobresalientes del cine nacional (6.7 millones de espectadores y 322 Millones de pesos en ingresos).
¿A qué se debe esto?
En primer lugar, no crean que el top de películas mexicanas exitosas esté conformado por obras de arte, al contrario son cintas plagadas de fórmulas comerciales. El segundo lugar es “El crimen del Padre Amaro”, que gracias al tabú, a la “mochiza” y a la censura mal infundada, logró ser por 10 años la reina de la taquilla; y les sigue “Una película de huevos” (sin comentarios).
Segundo, la película resulta un producto integral, refiriéndome a su trabajo mercadológico; no por nada la escuela de su padre, Carlos Alazraki. “Nosotros los nobles” logró conectar con miles de usuarios en redes sociales, gracias a frases “chistosonas” que fueron develando la personalidad de sus protagonistas, lo que repercutió en, una vez estrenada, que la publicidad “boca a boca” rindiera frutos.
Tercero. El guión fue basado en “El gran calavera”, película dirigida por Luis Buñuel y escrita por Luis Alcoriza, en el año de 1949, que a pesar de contar con mejores actuaciones (como la de Fernando y Andrés Soler), dirección, guión, edición… es poco recordada.
Cuarto. ¿Por qué digo los pseudonobles en el título? Hace meses y hace un año, escuche que el 80% u 81% de la población en México cree ser de clase media, cuando, según cifras del INEGI el 59% es de clase baja, 39.16% pertenece a la clase media y apenas 1.71% a la clase alta (la gente en pobreza extrema, ¿entra en el bloque de baja? ¿De verdad es tan alto el porcentaje de clase media? Qué horror que el 1.71% concentre el 45% del PIB).
Esto revela que los mexicanos somos gente que vive en la ilusión aspiracional, y que conectamos más con los protagonistas de esta cinta que con los retratos que presentan películas como “Perfume de violetas” o “Lolo”, por mencionar algunas.
Quinto. Pequeños puntos que hacen redondo el producto.
Gasolineras VIP: Retomó la frase, “…esa es la idea más pendeja que he escuchado en toda mi vida”. Pensamiento similar tuve, pero analizando un poco, hace años la idea del agua embotellada, o de la formula láctea para bebes, sonaban igual de descabelladas. Las mentes empresariales son geniales para crear necesidades absurdas (“El agua no es un derecho humano, el agua debe privatizarse” director ejecutivo y ex CEO de Nestlé).
Estereotipos: El Junior (o mirrey o chavo fresa), la princesa, el hipster (¿qué diablos es eso?), y demás términos en boga en la juventud citadina, hacen que el público meta se familiarice con el largometraje.
Conflictos: Los tres personajes principales son aterrizados con una situación problemática, la dislexia, la bulimia y la adicción a la marihuana; que, aunque son abordados tibiamente en menos de 30 segundos, les da el toque de personas reales.
El gachupin de Cholula: El personaje que se hace pasar por español, resulta ser nacido en Puebla, y no está nada lejos de la realidad. Esta parte me recuerda al mítico video del “anticristo”, donde se da una vasta y refinada explicación del término “pipope”, con excelentes ejemplos recogidos de los “antruchos” de dicho municipio.
Ya para despedirme, y que los “fans” de esta cinta, que seguramente esperan la segunda parte, no se sientan agredidos, en ningún momento la he considerado una mala película, al contrario, es claro que es un producto excelentemente manejado y que, supera a nefastas producciones cómicas como “Cansada de besar sapos” o “No eres tú, soy yo”.
Pero reconozcamos, es una película palomera, que a lo mucho merece ser vista una ocasión y que denota el nivel cultural que poseemos.
Omar Villaseñor Zayas
@omarVzayas
@LaVoluta
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